viernes, 4 de mayo de 2012

Treize, qué te parece????

 
Querida gente!!

Ya tenía tiempo que me apetecía escribiros, pero bueno, la inspiración tiene sus momentos y este es uno de ellos. Lo primero de todo, ¿cómo están? Como suelo deciros, y es verdad, el tiempo pasa demasiado rápido y a la vez ocurren demasiadas cosas... por eso me gusta escribiros y contaros anécdotas, porque de alguna manera, me siento más cercana a vosotrxs y es una forma de no perder cotidianeidad... (...a pesar del tiempo y la distancia. Snif!)

Vamos de lleno al capítulo de hoy. Algunxs de ustedes recordarán cómo terminaba mi “entrada” anterior... Con aquello de encontrar el motivo de “una duradera felicidad”... Pues sí, normalmente, os cuento historietas relacionadas con el curro, los viajes, las fiestas.... y en raras ocasiones os hablo de sentimientos. Hoy hablamos de sentimientos, es más, hablamos de lo que me supone el mayor reto en la vida, aquello que me da más miedo, lo que más me cuesta y, probablemente, lo más necesario... sí, compañerxs, os hablo del amor. Jaja!

A ver si os sabéis este chiste...

Se abre el telón y aparece un armario. Se abre el armario y sale Miriam. Cha chán.

Ya había salido en anteriores ocasiones, pero esta vez lo oficializamos más si cabe. Sabiendo que no tengo porqué justificarme, os daré algunos motivos de este ataque repentino de sinceridad sin precedentes:

Porque me da la gana, porque soy feliz, porque me encanta compartir una felicidad sana con todxs vosotrxs, porque basta de miedos, de inseguridades, de auto-censuras, de rechazos, convenciones, y demás imposiciones; porque llegamos a un gran momento de comunicación, de entendimiento, de ternura, pasión, risa, llantos y, sobre todo, aprendizaje....que al fin y al cabo, en eso consiste, no? En aprender, en re-aprenderse, en entender, en empatizar, en compartir, en crecer, yo qué sé, en vivir!

Y tanta vuelta para deciros que el amor ha llegado a mi vida. Efectivamente, es una chica. Soy lesbiana. Soy bisexual. Soy, soy, soy... No sé, las etiquetas las dejamos para los demás...

(…) Cuando tenía 16 años, mi madre llegó un día de trabajar y me dijo feliz y satisfecha:

- “Miriam, ya sé lo qué eres”.

- “Así, mamá? Y qué soy?”.

- “Tú eres grunge”.

Jajajajaja... Bueno, pues si ella lo dice, seré grunge.

(…) Años más tarde me han llamado: hippie, idiota, publicista, profesora, camarera, fiestera, indecente, futbolista, viajera, zorra, anormal, guapa en varias ocasiones (jaja!), cabezona, orgullosa, simpática, rancia, cariñosa, hueso duro de roer, egoísta, generosa, etc, etc. Pues todas esas cosas y muchas más, y las que quedan por venir, soy yo.

Y este “yo”, a día de hoy, está tranquila. Dicen que Oaxaca es una ciudad que “pone muchos retos personales”. El camino no siempre es fácil, pero seguimos, como os decía, aprendiendo. Por supuesto, todos y cada uno de los días se aprende algo nuevo, pero mi sensación particular es que este último año aprendo mucho más. Probablemente porque estoy más abierta y dispuesta a que esto ocurra, en diferentes ámbitos, laboral, personal, sentimental... y en este estado, me siento cómoda, me siento tranquila, me siento a gusto, muy muy a gusto, y sin nada de “sin más”.

Así que, sin “sin más”, me despido por unos días. Sean felices, compas, que la ilusión no nos la puede quitar nadie!!!

Os quiero

miriam