jueves, 4 de julio de 2013

Diecisiete

 Txabalada!!!

Cómo estáis??? Meses ya sin comunicación... cosas de la vida, de la pereza y de la falta de voluntad a la hora de escribir... Cómo empezar un mensaje después de tanto tiempo? Probablemente, por el principio... Nací un caluroso 8 de mayo de 198.... ji!

No os preocupéis, no os preocupéis, acortamos rápidamente... A ver, a la faena... Tras unas largas, y como siempre, merecidas vacaciones, marcadas de reencuentros y buena gente, por algunas ciudades de la vieja Europa que incluyeron Bilbo (uep!), Londres, Berlín y Madrid... Volvimos a México, Laura y yo.. a Oaxaca, a nuestra casita larala larita...

Mi último tiempo allí lo calificaría como... contrarreloj? Sin más? Puro trámite de despedida con mi cabeza en otro lado? En todo caso, con sus momentos, buenos y no tan buenos, tristes y alegres, con la montaña rusa de las emociones y las ausencias que siempre perduran...

Mi trabajo en Ojo de Agua, cualquiera que haya sido, fue disipándose poco a poco y en su lugar recurrimos al comodín del público. Cuál? El bar. De camarera en un bar restaurante... A veces buenos e irrisorios momentos y otros soportando a borrachos a los cuales me he dado cuenta de que no tengo ninguna gana de soportar...

Cierto viernes que me tocaba trabajar, hubo una repentina y sorpresiva visita... Más de 20 policías, algunos con máscaras y metralletas... una doble redada de migración y estupefacientes... Yo con el delantal de Corona puesto y el abridor enganchado al bolsillo. Me pregunta un policía:

- Trabajas aquí?
- No, - contesto con convicción, rápida y tajantemente.

A continuación no recuerdo la conversación exacta, pero fue algo así como un -''¡Venga ya! No te crees ni tú que no trabajas aquí''. Y esta parte ya textualemente: ''Estabas a la hora equivocada en el momento equivocado. Sabemos que las cosas están muy mal en tu país pero no puedes venir aquí a trabajar (...)''.

Así que me llevaron detenida a pasar la noche en el calabazo. Por suerte, sin grandes historias. Ni esposas, ni vejaciones. Noche allí, desayuno, visitas, testificar, asegurar que ''yo no estaba trabajando, sólo ayudaba y no recibía retribución económica alguna''... Chequeo médico para corroborar que salía en el mismo estado intacto en el que había entrado... y... libre otra vez!!!

Ya sin ganas de volver a trabajar en ningún bar, las últimas semanas sirvieron para vacacionear y despedirnos, por el momento, con una gran fiesta... Graciosa, emotiva, divertida y muy étilika... Bye bye Oaxaca!

Y con el ''see you Mexico'', llegamos a Canadá... Welcome! Una amiga de Laura de El Salvador, vive en un pueblito a 150 km de Vancouver. Nos vinieron a recoger al aeropuerto, nos trataron como reinonas y unos días más tarde empezamos con nuestra aventura...

Como parece que no he escarmentado lo suficiente de mi encuentro con la policía de migración mexicana, aquí hemos buscado y encontrado un trabajo en una granja. Vivimos en Cawsotn, un pueblito granjero en el Valle de Ockanagan en British Columbia. Somos thinneadoras, toma ya! Es decir, limpiar los árboles de manzanitas, tanto pequeñas como numerosas, podridas o deformes... Buscamos y queremos manzanas superiores, manzanas arias, manzanas de verdad!
Sí, señor!

Y nuestra vida rutinaria en algún lugar remoto del globo, incluye trabajar de 5 de la mañana a 13 horas, pasear por el río, leer, jugar parchís o tute, ver pelis y series, comer, pokito que fumar, arco iris dobles, montañas preciosas, paisajes increíbles, supermercados caros, españoles everywhere, quebecuas partout, y pasan las horas, la vida, nuestros deditos doloridos y nuestros bolsillos cada día un poco más llenos, yupi!!!

Porque, ¿qué os voy a decir? ¿Que el trabajo en el mundo del thinning es para disfrutar de la naturaleza, estar en contacto con los ciclos vitales de las frutas, conocer gente, bla bla bla...??? Jamás.

Lo que queremos es conocer una parte del segundo país más grande del mundo, disfrutar de la experiencia y, por supuesto... poderoso caballero es don dinero, glin glin.... mis pupilas en forma de dólar... y mis dedos en forma de chufa... Dolor, mucho dolor!!!!!

Ya han pasado tres semanas acostumbrándonos a nuestras nuevas rutinas canadienses. Felices, con muchas ganas de nuevas y necesarias aventuras, con anécdotas varias con las que taladrar a quien quiera escucharlas, y siempre con mil ganas de contaroslas en vivo y en directo... snif!

A grandísimas pinceladas, hasta ahí puedo llegar.

Muchos besos y amor. A seguir siendo buenos e importantes....

La tía Miri